Silvina Arevalo

Gracias al personal y a los pasajeros del Hotel Real por haber creado un lugar tan cálido y familiar durante todos los meses que tuvimos a mamá internada allá. Lamentablemente, tanto para Carlos cómo para mí, la perdimos y volvimos destruidos y con las manos vacías, pero con el corazón repleto de amor, ya que a diario nos preguntaban por ella, dándonos palabras de aliento, escuchándonos y brindándonos un hombro para llorar, o un afectuoso abrazo, porque la calidad de un lugar no se mide por cuántas medialunas te dan o si o toalla está enganchada, sino por lo humano. Voy a tenerlos presente toda la vida, estare eternamente agradecida. Silvina Arévalo de Bahía Blanca, hija de Cecilia Alejandra Cejas.